domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Por qué hacerse un blog sin apenas tener nada que decir?
No sé, porque quizá sea la única forma de volver a tener cosas que decir. O eso es lo que pretendo.
Todo ha ido tan deprisa ultimamente. Que de repente, plas! Te ves rodeada de un montón de gente, de la que nunca te paras a pensar. ¿Qué coño hacen ahí? Y empiezas a reconstruir los hechos. Y han pasado muchísimas cosas.Y te asustas. Y empiezas a tener dificultades para recordar quién eras, porque obviamente ya no eres quien eras.

Y decides escribirlo todo, para tener un lugar al que acudir cuando quieras recordar.


Serena.