lunes, 9 de enero de 2012

The Cove.

De pura casualidad llegó a mis manos "virtuales" The Cove, un documental ampliamente galardonado sobre la matanza de delfines en Taiji, Japón. Y digo de pura casualidad porque no es que me interese mucho el tema activista animal-vegetal, me imagino que por falta de sensibilidad medioambiental, no lo discuto. Soy así. Sin embargo, este documental me ha tenido pensando en el tema del que trata desde que lo vi, hace ya unos 15 días.

Todos conocemos Flipper, la famosa serie americana acerca de las aventuras de un delfín majísimo y casi más inteligente que mucha de la gente con la que a veces me cruzo. Flipper, que en realidad no era un delfín, sino 3 y hembras, era adiestrado allá por 1965 por Ric O'Barry. Este famoso entrenador de delfines es hoy conocido y temido por gobiernos y organizaciones de pesca de todo el mundo, ya que desde que se originó la imparable caza de delfines para parques acuáticos gracias a la serie Flipper, se ha propuesto poner fin al tráfico de animales salvajes para uso y disfrute personal. Ric O'Barry se siente culpable por toda la vorágine que causó la serie en la que él trabajaba y pone en riesgo su vida cada día para evitar que los gobiernos se aprovechen del animal que él más ama : el delfín.


The Cove narra el viaje del director  y sus ayudantes acompañando a Ric O'Barry en su propósito de desenmascarar al pueblo japonés de Taiji, conocido en su país por poseer uno de los mayores parques marinos. Y es que en Taiji se está cociendo una buena, concretamente una cacería de delfines sin límites, en la que todo vale y nada importa.
Algo había oído de la cultura gastronómica japonesa de comer ballena, pero la ballena es difícil de cazar y encima está extinguiéndose, sin embargo el delfín es un animal sumamente indefenso y muy parecido en textura y sabor. Lo de dar gato por liebre es universal. The Cove también habla de las medidas sanitarias que se llevan a cabo en un país de enfermos por la salud como es Japón, que paradójicamente no son tantas ni tan eficientes como cabría esperar. ¿Os suena eso de que el pescado puede tener mercurio en cantidades tóxicas para el ser humano? En el documental tratan este tema aportando datos científicos y con pruebas reales, aconsejan a Japón que tenga cuidado. De verdad, da miedo.



Los intereses económicos de la caza de delfines son múltiples y muy complejos, pero están tremendamente bien explicados en el documental y como no quiero espoilear mejor que lo veáis y os sorprendáis tanto como yo. Son cosas que casi ninguno de nosotros conocemos, ni siquiera la gente que vive en Osaka o Tokio, y son cosas que nos deberían hacernos preguntar ... ¿hacia dónde nos movemos en este planeta?

Sin lugar a dudas, la parte más emocionante del documental llega al final. Las últimas escenas fueron grabadas en absoluto secreto mediante cámaras de alta definición ocultas y mimetizadas con el entorno, micrófonos acuáticos y todo tipo de logística ideada para dar a conocer al mundo lo que estaba pasando en Taiji.
Las escenas son escalofriantes, podréis ver cómo los delfines son engañados, atrapados y asesinados sin piedad. ¿Cómo alguien puede dedicarse a eso y no cuestionarse por qué? No puedo creer que sea algo cultural, que simplemente los pescadores en Japón se dediquen a eso desde hace milenios y ya está. No hay más explicación. Pero algo malo debe de haber si toda esta cacería debe hacerse en secreto. Un secreto con el beneplácito del gobierno de Japón, aunque estas operaciones no están escritas en ningún papel ni se dan a conocer en las jornadas parlamentarias. Sería demasiado peligroso que nos enteráramos e hiciéramos algo para evitarlo.

Simplemente, no dejéis de ver The Cove.

1 comentario:

  1. Tengo muchas ganas de verlo, todo el mundo dice que es genial, y me fio de ti jeje ;)

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