jueves, 15 de diciembre de 2011

La cirugía.

Tras 4 días inmersa en el servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Guadalajara, no puedo dejar pasar la experiencia y comentarla.

Empezamos las prácticas con ciertas reticencias, no sabíamos si estaríamos a la altura, básicamente. Otros compañeros ya nos habían comentado que en este servicio los cirujanos te hacían partícipe de todas las operaciones y que se molestaban en enseñarte. Sin embargo, tú eres estudiante, lo que es sinónimo de ser lo último de lo último en la jerarquía de un hospital, y probablemente la mayor estupidez saldrá de tu boca. Probablemente no, con total seguridad. 
Estábamos nerviosos, expectantes, íbamos a intervenir en una operación. No es moco de pavo. Y resultó que la operación era impresionantemente compleja ( y larga). 
La intervención era un CMDA, es decir colgajo de músculo dorsal ancho. Un colgajo es una porción de tejido vivo que mantiene vascularización propia y que es removido hacia otra parte del cuerpo donde es necesario. En este caso se movilizó el músculo dorsal ancho hacia una extensísima herida que rodeaba  la tibia derecha. Sin embargo, es muy común que este músculo se movilice hacia la mama en casos de reconstrucción mamaria.
La experiencia fue durísima, pero ahora, que ya no me duele ningún músculo de aguantar peso en la operación,  pienso que lo repetiría. Realmente el mundo quirófano es muy diferente de lo que esperaba. La concentración, no solo de los cirujanos, sino de todo el personal de enfermería es máxima. Todo articulado para crear una obra perfecta, la reconstrucción de una parte muy dañada del cuerpo. Además, nos hicieron sentir como uno más del equipo, nos ayudaron en todo y fueron muy atentos. Entré en el hospital esa mañana a las 8:30h. Salí a las 21:40h. Nunca había estado tan flipada y cansada. 

La historia viene porque yo nunca, nunca, nunca pensé en la cirugía como una opción de vida. Es raro. La gente se mete en medicina porque quiere ser Cristina Yang o Sheperd (cirujanos de Anatomía de Grey). Otros porque quieren ser House (imposible por cierto). Y otros porque ... ¿por qué no? 
En mi caso, lo que siempre me gustó de la medicina fue precisamente la parte clínica. Esto es el diagnóstico y tratamiento médico (no quirúrgico) de enfermedades. Me parece realmente interesante llegar a un diagnóstico a través de la experiencia del paciente acerca de su propia afección, crear una sospecha clínica sobre qué le pasa y qué no le pasa y a partir de ahí ayudarte de pruebas (de imagen, laboratorio, microbiológicas, citológicas ...) y poder solucionarle al enfermo su problema.
Y de repente aparece la cirugía. Completamente opuesto pero igualmente interesante.Quizá más llamativo, no deja de ser un trabajo manual, aunque sea científico. De hecho la palabra cirugía proviene del griego, jeirourgéia, que viene a decir precisamente "trabajo manual".
Sin embargo ... ¿será verdad eso de que los cirujanos son una especie aparte? Quiero decir, tienen fama de altaneros, pedantes, algo carniceros, muy frikis del bisturí, masoquistas, poco sociales ... Desde luego su calidad de vida es malísima, pero no pueden dejar de ser cirujanos, algo les ata. ¿Tienen algo especial que les hace más aptos para todas esas situaciones a las que se enfrentan? ¿Necesitan esa vidilla que da estar al límite de una situación? Y lo que es más importante, ¿tengo yo ese algo? O más bien, ¿quiero tenerlo o quiero seguir siendo en el futuro la doctora de la consulta?



"A los cirujanos nos forman para reparar daños. En el trabajo las situaciones críticas son nuestra línea de salida. En la vida las situaciones críticas son un síntoma de debilidad y hacemos lo posible por evitarlas"                    Capítulo 3, 5ª temporada de Anatomía de Grey.

1 comentario:

  1. Me ha gustdo tu entrada :-) siempre vi en ti una cirujana en potencia y tu decías que jeje, al final los dos os hareis cirujanos importantes ya verás ;)

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